La afinación del violín

El violín europeo moderno tiene cuatro cuerdas, pero esto no siempre fue así.
Según algunos registros pictóricos del renacimiento italiano, los primeros violines tenían tres cuerdas aunque esta cantidad posiblemente variase hasta quedar fijada en las cuatro cuerdas actuales. Se sabe con seguridad que durante la época de los grandes fabricantes de violines italianos de Cremona y Brescia (las familias Amati, Guarneri y Stradivari), entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del XVII, los violines ya poseían cuatro cuerdas, y su afinación era muy similar a la utilizada hoy en día.
Las cuatro cuerdas del violín se afinan en intervalos de quintas, con la cuerda más grave hacia el lado del músico y subiendo en orden hacia la más aguda. Actualmente las cuerdas son afinadas en las notas Sol3, Re4, La4, Mi5, según el Índice Acústico Internacional. Aunque existen afinciones alternativas, especialmente dentro de ámbitos diferentes de la tradición académica occidental, ésta es la afinación considerada estándar dentro de las convenciones internacionales del instrumento.
Como es aceptado en la música occidental, el violín se afina alrededor de la nota La en 440 Herzios de frecuencia. Generalmente, en la práctica primero se afina esta cuerda y luego las demás en relación a ésta. Tradicionalmente la afinación del La se realiza a través de un diapasón metálico, aunque existen también afinadores electrónicos o incluso aplicaciones de telefonía celular que pueden ser utilizadas. En algunas orquestas se utiliza una afinación en 442 Herzios en lugar de 440.
Como se indicó más arriba, existen otros tipos de afinaciones alternativas a esta afinación tradicional. En algunos casos estas afinaciones son utilizadas para interpretar algunas obras específicas, algo común en el ámbito de la música académica del siglo XX. También existen otras afinaciones utlilizadas en otras tradiciones musicales, como el Jazz, el Rock, o la música experimental.