Los famosos violines de Cremona
La ciudad de Cremona se encuentra en la región de Lombardía, al norte de Italia. Es la capital de la provincia del mismo nombre, y está asentada sobre el Valle del Río Po, en la llanura conocida como Pianura Padana.
Cremona ha sido un importante asentamiento humano desde la época de las tribus célticas, fue parte de los imperios romano y bizantino, estuvo en manos de lombardos y carolingios, y siguió siendo una importante localidad en la región durante los siglos siguientes y hasta el día de hoy.
Aunque ya en la Edad Media la ciudad era un importante centro en lo referente a la música, fue en el siglo XVI que Cremona se estableció como uno de los núcleos musicales de Italia y de toda Europa. En gran medida esto sucedió gracias a sus ilustres maestros y alumnos, que incluyen al compositor Marc’Antonio Ingegneri y al célebre Claudio Monteverdi, entre otros, y sobre todo a su gran tradición de luthiers de instrumentos de cuerda.
La fabricación artesanal de violines de Cremona
Las tres familias fabricantes de instrumentos más importantes de los comienzos fueron los Amati, los Guarneri, y los Stradivari, quienes sean tal vez los más famosos de esta venerable tradición.
Además de otros instrumentos de cuerda (entre ellos violas, violoncellos, contrabajos, laúdes, etcétera) son sin duda los violines los que aun hoy en día son mundialmente famosos. Los violines de la tradición de Cremona se caracterizan por la gran calidad de sus materiales y su intrincado proceso de fabricación, considerado único en todo el mundo.
Fabricados generalmente con madera estacionada de arce, abeto y otras especies de la región, los violines cremoneses constan de aproximadamente setenta piezas separadas fabricadas a mano, tal como se realizaban en los siglos XVII y XVIII.
Esta tradición es tan importante que incluso ha sido declarado patrimonio cultural intangible de la humanidad por la UNESCO en el año 2012.